La información es Poder. Tus datos son el petróleo de hoy.

La información es poder. Imagina nacer con la extraña habilidad de averiguar el resultado del euromillones, o la primitiva.

Son sólo datos, no? Números. Cinco numeros. O seis. No me acuerdo, de hace tanto que no juego.

Imaginemos un tipo que apenas pudo estudiar. Que creció en un suburbio de una gran ciudad, en un entorno desfavorecido, familia desestructurada, nulas oportunidades…

Suele soñar dos o tres veces al año con números. Es un sueño lúcido, de esos que al despertar te acuerdas de las cosas, y el hombre tiene una libreta preparada abierta por la primera página en su mesita de noche, junto a un rotulador.

Ya le ha ocurrido más de una vez. En su sueño aparece una libreta como la que tiene en la mesita, de la misma marca, y en la cuadrícula seis numeros en grande.

Agitado y sudoroso se despierta de golpe girando el cuerpo y su mano derecha -es diestro- hacia donde sabe que le espera ese rotulador, le quita el tapón y escribe los seis números en la libreta sin tan sólo encender la luz de la habitación.

El hombre, que no pudo estudiar ni aprender ningún oficio, tiene seis números. Esos seis números son todo lo que la vida le dió. Esos seis números y la capacidad para anotarlos en una libreta.

En sí mismos no son nada. Números.

Ah, pero cuidado… Esta vez va usarlos, tiene un plan; Colocará esos extraños números en un boleto del Euromillón y esperará el resultado del sorteo.

23, 45, 34, 12, 08, 2.

Los seis. Son los seis que anotó. Son sólo datos. Los datos bajo un orden o plan se vuelven información. Saber que si los pone en su boleto ganará la loteria, es conocimiento. Y el conocimiento es poder.

Hemos exagerado con una pequeña historia al límite de lo creíble para ilustrar que el poder que emana de los datos es inmenso, y que no paramos de generar y regalar esos datos a entidades que los anotan en su libreta, les dan forma y ejecutan un plan que siempre les beneficia a ellos, no a nosotros.

El bosque de los datos

Si miramos los datos en sí mismos, a primera vista y al por menor no parecen gran cosa. Serían como hojas en un árbol.

Entonces vemos que las ramas que las contienen forman árboles, y que los árboles forman un bosque. Todo ahora tiene sentido.

Los grupos de datos también se juntan formando información y la información ordenada genera conocimiento. Y el conocimiento… el conocimiento es poder.

No lo sería simplemente por la acumulación de información. Pero el conocimiento es lo que en un escenario concreto de la vida nos permite tomar la mejor decisión sin ningún temor a equivocarnos. Como el conocimiento del hombre que aprendió que poniendo los números que soñaba en el billete de la lotería, ganaría el sorteo.

El poder natural, el poder sano de la sabiduría, libre de connotaciones culturales.

Siguiendo con la analogía, en nuestra actividad cotidiana tenemos sólo presentes las hojas, a lo sumo las ramas. No nos han enseñado a cuidar el árbolazo de datos que generamos y raramente tomamos conciencia del bosque.

Generando ese auto-conocimiento a partir del control de nuestros datos estaremos generando libertad y el poder de tomar la mejor decisión en cada momento.

Los datos son la materia prima de la información. La información ordenada genera conocimiento. El conocimiento es Poder.

La información es Poder. Toma tus datos. Toma el poder.

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